En un Cateterismo Cardíaco, un
pequeño catéter (un tubo hueco) se introduce y desliza
desde un vaso sanguíneo de la ingle o el brazo, a través
de la aorta hacia el interior del corazón. Una vez que
el catéter está en el lugar adecuado, se podrían
utilizar varias técnicas de diagnóstico. La punta del
catéter se puede situar en diversas partes del corazón
para medir la presión en el interior de las cámaras. El
catéter se puede hacer avanzar hacia las arterias
coronarias e inyectar un colorante en las mismas
(Angiografía o Arteriografía Coronaria). Mediante el uso
de un fluoroscopio (un tipo especial de rayos X), el
médico puede ver dónde están obstruidas las arterias
coronarias, observando el movimiento del colorante a
través de las arterias. El paciente permanece despierto
durante todo el procedimiento, aunque le darán una
pequeña dosis de un sedante antes de empezar el
procedimiento. Debido a los avances en el conocimiento,
la tecnología y las técnicas, el Cateterismo Cardíaco se
realiza a menudo de forma ambulatoria, es decir, el
procedimiento se realiza por la mañana temprano o en la
tarde y el paciente puede irse a su casa ese mismo día o
al siguiente. Sin embargo, el Cateterismo se puede hacer
a pacientes que ya están hospitalizados y que, por lo
tanto deben seguir en el hospital después del
procedimiento. Además, algunos pacientes que antes
estaban en su casa, después del procedimiento son
ingresados en el hospital en determinadas
circunstancias.